Es un derecho poder salir a la calle tomados de la mano de
alguien, que nos pertenezcamos por elección propia. Sonreír porque existe, y se
quedó en tu vida.
Despertar cada día con el paisaje más bonito, justo ahí, al
otro lado de la cama. Y no tener que buscar afuera lo que ya tienes en casa.
Porque nada se compara a verlo, en primera fila, empezar un nuevo día.
Tener el privilegio de ver(te) soñar de cerca y tener la
esperanza de que sea conmigo. Darte cuenta –de pronto- que las ganas de
quererlo le ganaron al tiempo y burlaron la distancia.
Apreciar los silencios y dejar que los hechos hablen más que
las palabras. Que el sonido de su risa parezca ensordecedor y a la vez tan necesario.
Tener claro que escribir puede curar cualquier corazón roto.
Y la única forma de sanar completamente es romperte, y que el único pegamento
suficientemente fuerte es el amor.
Saber que un no a tiempo te salva. Que negarte también es
una forma de estar bien contigo, y que eso es más importante que complacer a
otros.
Que de vez en cuando es bueno pensar más en ti, que se vale
estar triste (solo) a veces. Y que nadie puede culparte por eso, por quererte
más que a nadie.
Tienes derecho también, a estar feliz sin motivo, celebrar
la vida sin una razón aparente. Vestirte de sonrisas, de sueños, de amor... ser
"tú" en toda la extensión de tu ser.
Eso también es amor. Amor a lo que deseas y saber que por
más que quieras, nada ni nadie te haría renunciar a eso. Porque la fidelidad
más grande es la que debes tenerte a ti mismo.
Tienes derecho a volar, a no ponerle techo a tus ilusiones
ni a tus sentimientos. Tienes derecho a sentir, a encontrarle el lado bonito a
todas las cosas y a creer.
Creer por una vez que la persona indicada para ti es esa que
te inspira. A creer que el amor no duele tanto como dicen los libros, y que la
poesía puede tomar forma humana y llamarse "amor".
Tengo y tienes derecho a todo lo bueno que te pasa. Y lo que
no ocurre, eso que por una u otra razón no sucedió, también es una lección de
vida.
Tienes permitido creer en la magia. Tienes derecho a pensar que los girasoles existen para dejarnos sentir el sol de cerca.
Tienes permitido creer en la magia. Tienes derecho a pensar que los girasoles existen para dejarnos sentir el sol de cerca.
Tienes derecho a todo eso que sueñas despierto y aún no te atreves a cumplir.
Anuluz |
@MassielVargasP
0 comentarios :
Publicar un comentario