El dolor

Mis labios rotos delatan cuánto te extraño. Mis manos frías reclaman las tuyas. Mis ojeras te pueden contar cuántas noches no dormí porque elegí pensarte. 

Mi piel se pregunta dónde estás, qué haces y con quién. Mis pies te buscan en cada acera que piso, en cada calle que recorro, porque en cada paso que doy espero encontrarte por azar o por destino.

Espero que seas tú quien abra la puerta, quien apague la luz... espero que seas tú quien haga el café. Espero que seas tú quien me llene la vida de flores, espero que estés en cada foto familiar.

Mi cabello se resignó a que tus manos no lo acaricien más y mi boca se cansó de hablar si tú no estás ahí para oír, o para callarme a besos.

Todo mi cuerpo es un testimonio de la falta que me haces, amor. Todo mi cuerpo es una historia que nadie quisiera leer, que solo tú entenderías... tú veías la belleza en las cosas más tristes.

Ni mi cuerpo, ni mis labios, ni mis ojos cansados de tanto llorar, son los mismos. No me acostumbro a tu ausencia, a este vacío que llena toda la habitación. 

El dolor me habita desde que te fuiste, desde que comprendí que a nadie se le obliga a quedarse. El dolor es carne y hueso a través de mí, porque ya no me queda poesía para recordarte ni magia para recrearte (nos).

El dolor es profundo y constante, como lo era tu amor. El dolor es tangible como tu cuerpo y a veces, efímero como nuestros momentos juntos. El dolor pesa menos cuando te sueño, cuando me permito escapar de la realidad. 

Una parte de mí decidió irse contigo para siempre porque no pude evitar que te marcharas. Me extraño a veces, extraño a la que se reflejaba en tus ojos, a la que iba de tu mano despreocupada. Extraño también a esa que encontró su lugar en el mundo entre tus brazos. Es raro, en ocasiones me extraño más que a ti.

Tu voz ya no está. Las palabras y mi nombre sonaban mejor cuando salían de tus labios. Ahora, ahora solo queda el silencio. Pero no me arrepiento, ni de ti, ni de mí… no me arrepiento de haberme prendado de tu alma.

@MassielVargasP