Voy a comenzar diciendo que el tiempo es sabio. Que los
meses me ayudaron a cicatrizar las heridas que dejaste abiertas.
Entendí en este tiempo que la vida es demasiado corta para
esperar que (me) sucedas. Lo supe el día que me miraste como a una completa
desconocida.
Es simple, no me puedo conformar con un amor de una sola
estación. No puedo permitirme querer a alguien que lo único que ha hecho es
lastimar.
Te equivocaste al pensar que mis sentimientos permanecerían
intactos a pesar de tus desplantes. Te equivocaste cuando en lugar de apostar a
mí, elegiste alejarme.
No vas a encontrar a otra como yo. Eso está más que claro, y
no lo digo por vanidad. Lo digo, porque entre todas tus mentiras tienes que
reconocer que yo sí te quise de verdad.
No vas a encontrar otros ojos que te miren así, como si
fueras el más hermoso de los paisajes. No vas a encontrar a otra que te elija por
encima de todos, hasta de sí misma.
No importa dónde busques, no vas a encontrar(me) en alguien
más.
Nada de lo que hagas o digas me hará olvidar las lágrimas.
No, no es necesario que expliques… porque cuando intenté decirte cómo me sentía
con ese nudo en la garganta, dijiste que no te importaba.
Entonces no te atrevas a reclamar que haya hecho exactamente
lo que tú querías. Te olvidé como tantas veces me pediste. Y espero que lo
sepas… tuve que morir varias veces para matar tu amor.
Lamento mucho decepcionarte ahora que tienes el descaro de
aparecer. Te tengo noticias, ya no soy esa ingenua que pensó que podía
esperarte. No vas a encontrar a otra que se entregue de la forma en la que lo
hice.
¿Qué esperabas? Hay dos versiones de mí que te volvían loco:
la enamorada y la herida. Ya no soy ninguna.
Por eso dicen que los asesinos siempre vuelven a la escena
del crimen. ¿Para qué? Para darte cuenta de que todas las cosas bonitas que
siempre esperé comenzaron a pasarme cuando te dije adiós.
Tuve que verme completamente destruida, rota, deshecha… para
entender que quien de verdad te quiere no necesita escuchar tu llanto. Tuve que
conocer al manipulador, mentiroso, inseguro, tóxico e insensible para desenamorarme de alguien que
sólo idealicé.
Te di todo el tiempo que necesitabas… y también me sirvió a
mí. Ya no me interesan tus mensajes en la madrugada, ni ese amor intermitente
que me hizo pedazos durante tanto tiempo.
No te mereces el amor, por eso, decidiste marcharte. Por
favor, no me digas que esperabas que la puerta estuviera abierta.
Por favor, por todas esas veces que rogué que me quisieras,
por todas las cartas que te escribí. No me digas que ahora sí estás listo. Vaya
sorpresa… justo cuando no tienes oportunidad.
Esa niña que guardaba dulzura en su mirada cuando te veía
venir… ya no existe, la hiciste madurar poco a poco con inseguridad e
indecisión.
No hay otra como yo. Espero que te quede claro que lo único
que deseo en mi vida es tenerte lo suficientemente lejos como para creer que
nunca exististe.
@MassielVargasP
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