sábado, 2 de julio de 2016

No quiero

Miras el reloj como si ya no nos quedara tiempo. Te quedas callado como si sobraran las palabras entre los dos.
 
Silencio. Ya ninguno de los dos se atreve a decir nada, nuestras acciones ya lo han dicho todo. No queda nada más qué hablar, dejamos escapar poco a poco el amor y ya no queda rastro de todo eso que decíamos sentir. 

Ya no puedo decir que te amo, que estoy dispuesta a enfrentar al mundo entero si voy de tu mano. Ya no me siento capaz de mirarte a los ojos, ya no son los mismos que me contemplaban con amor. 

Ya no soy la misma de la que te enamoraste sin buscarlo, ya no soy tu escape ni tu tabla de salvación. Ya no me quedan lágrimas, ya no me queda vida y mucho menos ganas para esperarte.

Ya entendí que me condenaste a vivir en las sombras y que no puedo pedirte más que momentos efímeros de felicidad. Yo no pude burlar tu soledad ni tu egoísmo, sencillamente no fui suficiente y lo acepto con la cara en alto.

Te quise tanto y de tantas formas distintas que ni yo misma conté los años. No me atrevía a pedirte más, me conformé poco a poco con instantes de cariño, con un amor a cuenta gotas que se quedó varado en el destiempo.

Y no quiero ser esa se mira en el espejo ahora. No quiero ser un recuerdo borroso de lo que pudo haber sido y que jamás será. No quiero ser ese capítulo inconcluso que retomas cuando te aburres de la rutina. 

Me niego a regalarte algo tan profundo como lo que siento cuando te miro. Me niego a compartirte si yo sé muy bien que me merezco un todo. Me niego a seguir queriéndote más allá de las circunstancias que no separan. 

No quiero tener que verte caminar con otra pero prefiero eso a seguir pisoteando mi dignidad con la esperanza de que un día te despiertes y recuerdes de pronto, que soy importante. 

No quiero sentir que soy solo un premio de consolación, que soy un reto que nunca pudiste cumplir. No quiero fingir que no me duele este silencio, que no me pesan tus desplantes, que no me importa esta distancia. 

No quiero besar esos labios que han dicho tanto y hecho tan poco. Esos labios que han puesto tantas excusas y nunca se han atrevido a prometerme un mañana. Porque nunca existió un mañana, ¿verdad? Nunca una opción se convertirá en prioridad.

No quiero tener que tocar fondo para tomar una decisión. Porque decirte adiós es lo más difícil y certero que haré en mi vida. Porque aunque no quiera, debo ser más fuerte que el miedo a perderte. 

Te diste cuenta tarde que el silencio fue cavando poco a poco la tumba de un amor que no tuvo futuro. Te diste cuenta tarde que el juego iba más en serio de lo que tú creías. Te diste cuenta tarde... y ya mi corazón no te pertenecía. 


 @MassielVargasP

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