No
puedo entender lo que ocurre. En mi mente no cabía esta posibilidad que ahora
es tan real como tu mirada. Esa mirada que no esperaba, que no buscaba y que
honestamente me hace tanto bien y tanta falta.
Nos
cruzamos a destiempo, tú lo sabes. Nos cruzamos sin querer, como suceden las
mejores cosas de la vida. Nos cruzamos aun sabiendo que era imposible compartir
el mismo camino. Nos cruzamos por destino, porque algo o alguien quería que
fuera así.
Ojalá
fuera más fácil. Ojalá que las palabras nos llevaran al momento y lugar
indicados. Ojalá el tiempo se hubiera encargado de juntarnos antes. Ojalá
pudiera decirte que sí, que estoy dispuesta a vivirlo todo contigo.
Y
es increíble que después de tanto tiempo hoy te esté escribiendo a ti. A ti que
estás prohibido, a ti que llegaste sin avisar. A ti que me mostraste que el
amor es misterioso, entra a tu vida de las formas más extrañas y se queda sin
que puedas evitarlo.
A
ti, precisamente a ti que en este poco tiempo me has dado tanto. A ti, a ti que
me hiciste falta desde que tengo memoria.
Y
me duele que seas tú, aunque en el fondo lo agradezco. Tal vez en otra vida
podremos darle rienda suelta a esta historia. Tal vez estemos condenados al
olvido. Tal vez no seas tú ni sea yo, tal vez es un capricho del destino.
Tal
vez la vida nos está jugando en contra o probablemente nos esté dando la mejor
lección. A veces, lo que llega a ti no es lo que realmente quieres sino lo que
necesitas. A veces tienes que detenerte a pensar que cada uno tiene una misión
en la vida del otro.
Quisiera
poder responder todas estas preguntas. Quisiera saber por qué nos topamos si
era demasiado tarde, pero me quedo con la certeza de saber que cumpliste tu
misión y en cierta forma yo también. A ti que te ganaste estas líneas poco a
poco, a ti que no estabas en mis planes pero sí en mis pensamientos.
A
ti que has inspirado estas palabras que creía perdidas. A ti, sólo a ti.
@MassielVargasP
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