Las mejores cosas son las que pasan, y tú me pasaste. Me pasaste de tantas maneras distintas, me pasaste de repente.
Me pasaste sin que lo hubiera pedido, pero sí que lo necesitaba. Me pasaste y no quiero que me pase nadie más.
Eres lo mejor que pudo sucederme y no sé si yo me merezca tanto. Me pasaste en el momento que más lo necesitaba, me pasaste y yo espero haberte pasado.
Quiero que me pases como los milagros, que aunque casi nadie cree en ellos, les suceden a unos pocos.
Quiero que me pases tantas veces, y que cada vez sea mejor que la anterior. Quiero que me pases sólo a mí, que no exista nadie que pueda alejarte.
Quiero que me elijas cada día, quiero pasarte y dejar en ti una huella. Quiero pasarte como tú a mí.
Quiero que pase todo, menos los días a tu lado. Quiero que me pases pero que nunca seas pasado.
Quiero que me pases como pasa el amor, como pasan los años; como pasa el dolor. Quiero que me pases naturalmente, sin tener que forzar nada.
Quiero que me pases como los sueños cuando se hacen realidad, como las metas cuando se cumplen; como los destinos cuando se cruzan.
Quería que me pasaras y me pasaste. Me pasaste y lo quería.
Quería que me pasaras mi amor, y el amor llegó a mi vida.
Nunca dejes de pasarme. Quiero que la eternidad cobije lo que sentimos. Quiero que me pases sin fechas de vencimiento, sin prisas y sin tropiezos.
Quiero que me pases las veces que sean necesarias, sin filtro ni medias tintas.
Me pasaste, y el amor verdadero sólo pasa una vez.
Massiel Vargas
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