miércoles, 17 de julio de 2013

Lluvia

Huele a lluvia, hoy el cielo se decidió a contar nuestra historia. Las gotas caen con fuerza, con la misma fuerza con la que te quise un día.

Huele a lluvia, a recuerdos que no se borrarán nunca. Huele a nosotros, pero resulta que hoy estoy sin ti. Llueve igual que ayer, pero no somos los mismos de antes.


Tal vez no es la misma lluvia, y nosotros tampoco.

Mirar atrás y darme cuenta de tantas cosas... mirar la lluvia y recordar que fue nuestra cómplice tantas veces. Pero la lluvia cesa, y siempre sale el sol. A veces tarda, a veces cansa, pero todo principio se vuelve fin.


Mi amor, ojalá la lluvia te esté recordando a mí, dondequiera que estés. Mi amor, huele a ti, y por primera vez, quiero que llueva siempre para no dejarte ir.
Te vas marchando poco a poco, te vas calmando como la lluvia. Las tormentas se convierten en lloviznas, nada dura para siempre... pero contigo, no me importaba ser la excepción.


Llueve y sigo esperándote, no quiero que escampe... quiero empaparme de recuerdos, que hoy, sólo por hoy, tenga el valor de mirarte a los ojos, esos ojos que tanto amo.


Lluvia, hoy no me siento tan sola... aprenderé a ser fuerte tarde o temprano, sin que nada ni nadie tenga que sostenerme, sin tener que depender de alguien para estar bien.
La vida es como es, no importa si llovizna o se cae el cielo a pedazos... nada cambia si sale el sol o la tormenta se hace más grande.


Al fin lo entendí, no hay que ser tan sabio ni tan tonto para darte cuenta de que amas a alguien, así, sin peros como yo te amo a ti.


La lluvia se ha marchado, pero yo sigo aquí, perdidamente enamorada, sin remedio alguno.




Massiel Vargas (@MassielVargasP)

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