Huele a lluvia, hoy el cielo se decidió a contar nuestra historia.
Las gotas caen con fuerza, con la misma fuerza con la que te quise un
día.
Huele a lluvia, a recuerdos que no se borrarán nunca. Huele a
nosotros, pero resulta que hoy estoy sin ti. Llueve igual que ayer, pero
no somos los mismos de antes.
Tal vez no es la misma lluvia, y nosotros tampoco.
Mirar
atrás y darme cuenta de tantas cosas... mirar la lluvia y recordar que
fue nuestra cómplice tantas veces. Pero la lluvia cesa, y siempre sale
el sol. A veces tarda, a veces cansa, pero todo principio se vuelve fin.
Mi
amor, ojalá la lluvia te esté recordando a mí, dondequiera que estés.
Mi amor, huele a ti, y por primera vez, quiero que llueva siempre para
no dejarte ir.
Te vas marchando poco a poco, te vas calmando como la
lluvia. Las tormentas se convierten en lloviznas, nada dura para
siempre... pero contigo, no me importaba ser la excepción.
Llueve y
sigo esperándote, no quiero que escampe... quiero empaparme de
recuerdos, que hoy, sólo por hoy, tenga el valor de mirarte a los ojos,
esos ojos que tanto amo.
Lluvia, hoy no me siento tan sola...
aprenderé a ser fuerte tarde o temprano, sin que nada ni nadie tenga que
sostenerme, sin tener que depender de alguien para estar bien.
La
vida es como es, no importa si llovizna o se cae el cielo a pedazos...
nada cambia si sale el sol o la tormenta se hace más grande.
Al fin
lo entendí, no hay que ser tan sabio ni tan tonto para darte cuenta de
que amas a alguien, así, sin peros como yo te amo a ti.
La lluvia se ha marchado, pero yo sigo aquí, perdidamente enamorada, sin remedio alguno.
Massiel Vargas (@MassielVargasP)
0 comentarios :
Publicar un comentario