Buscaba... te buscaba y no lo sabía, como siempre, yo tan despistada. Y cuando menos lo esperaba, ahí estabas, parado frente a mí, mirando tu reloj.
Tal vez le reclamabas al tiempo habernos hecho esperar tanto, tal vez le pedías que se detuviera para que nunca olvidara ese día. Y desde ese día siento que la vida te había guardado para que yo te amara de mil maneras distintas.
Cuando era pequeña veía el cielo y quería conocerlo, quería volar entre las nubes y quedarme ahí para siempre, hoy, ya más grande, siento que ya he estado en ese lugar. Cada vez que te veo, cada que me abrazas, que me miras, que me besas recuerdo ese inmenso azul y siento como si volara.
Creí que jamás llegarías, creí que el cielo estaba demasiado lejos de mí, creí que no lo merecía. Por lo visto estaba equivocada, por lo visto, el cielo no es lo que vemos cuando buscamos el sol, el cielo no es un límite, yo tengo mi propio cielo... y eres tú.
No es como lo imaginaba, no hay nubes aquí pero es lo más maravilloso que me ha pasado.
Soy afortunada, soy tan feliz... soy la persona más feliz del mundo cuando te veo sonreír. Mi cielo eres tú, mi cielo es cada día contigo, son tus besos, tus abrazos, tus detalles y tu amor.
Mi cielo, mi propio cielo lo vivo a diario cuando te miro. Mi cielo en los días malos, mi cielo en los peores momentos, mi cielo, mi lugar favorito es cualquiera en el que estés...
Y vivo un cielo desde que te conocí, ahora no necesito nada más, voy a amarte para siempre. Mi cielo, nunca me voy a marchar.
Massiel Vargas (@MassielVargasP)
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